Tengo algo que me ha costado mucho encontrar.
Tengo dos manos,
tengo dos ojos,
tengo una voz.
Tengo una sonrisa,
tengo un corazón.
Sin embargo, nada me pertenece. Puede que simplemente esté de paso o que me dure eternamente (cosa que deseo).
Tengo la sensación de ser feliz, por mucho que en ocasiones me pese.

No sólo de gargantas se forman los gritos.

Todo vuelve
incluso cuando ya pensaba que no,
que todo iba bien.

Otra vez debo disfrazarme,
a pesar de que ese traje pesa 
y me ahoga.

Una más
sólo una más.

Se rompe y ahoga.

Ahora ya puedo decir que sí.

Por un instante me he sentido perdida.

He recorrido todos los caminos y he respetado casi todos los semáforos, así que no entendía por qué no llegaba al fondo de mis sentimientos.
Unas palabras a tiempo siempre resuelven la trayectoria.

Malditas sean las cartas de navegación!!
Creo que las voy a romper todas y dejaré que el viento me guíe.
Puede que así alguna vez llegue a puerto.
Aunque el viento me da dolor de cabeza...

Malditas sean las cartas de navegación y todos los aparatos de medida!!

Te dejo un rato el timón a ver si así consigo echarme una siesta.

He cerrado mi estómago con candado de carcajadas,
He visto en mis ojos luz de una ilusión,
Tengo en mis labios palabras de otros labios.
 ¿Por qué duele entonces?

Palabras no faltan, pero el aliento me abandona.